viernes, abril 21, 2006

Esto es de locos...

El gran sabio Pepiño Blanco nos dio toda una leción, toda una clase magistral de Derecho en sólo unas palabras, como bien recuerda hoy Germán Yanke en Estrella Digital:

Veamos un ejemplo. Se reúne el lehendakari Ibarretxe con varios dirigentes de la organización ilegal Batasuna, encabezados por Arnaldo Otegi, y, como el PSOE trata de evitar una condena de lo que, al menos, es una inconveniencia legal, a su secretario de Organización, José Blanco, se le ocurre decir que el presidente autonómico no se reunió con Batasuna porque es una organización ilegal que, por tanto, no existe. El encuentro habría sido, entonces, con Arnaldo Otegi, que es “portavoz de sí mismo”.

Fastuoso. Fastuoso como doctrina penal. No es que la ilegalidad deba ser perseguida y castigada es que, como tal ilegalidad, no existe. ¿El crimen organizado? ¿Cómo va a organizarse si, como ilegal, no existe? ¿Y cómo va a castigarse? A este tipo de trampa ya asistimos antes y vimos la trascendencia estratégica de la teoría: ¿cómo iba a prohibirse el Congreso de Batasuna si Batasuna no existe?, ¿y cómo iba a prohibirse que Otegi y los suyos se reunieran en Baracaldo si cada uno de ellos sólo se representan a sí mismos y no son, por tanto, Batasuna? Al juez Grande-Marlaska, afortunadamente, no debieron convencerle las teorías jurídicas que ahora nos explica el señor Blanco.