Madre mía madre mía..
Madre mía, si fuera al revés...
Si sustituye roedores por "ioputas der pepé", sabrá que está en España.
Pasen y vean.
Por supuesto que los inmigrantes son necesarios, pero, ¿tantos? ¿Sin ningún tipo de control? ¿Dando papeles tan alegremente? (...) No hay ningún establecimiento de alimentación [en Figueres] regentado por inmigrantes que cumpla con las normas que marca la ley [de horarios comerciales] (...) ¿Por qué sus hijos no pagan ni el comedor ni las excursiones escolares y los nuestros sí? (...) ¿Por qué se ha suprimido la carne de cerdo en las comidas escolares? ¿Por qué no pagan los libros escolares de sus hijos y nosotros sí? ¿Por qué las mujeres inmigrantes que tienen un hijo reciben un cochecito gratis y las nuestras no?”
el 98 por ciento de Galicia no ardió
UN par de ancianos bien provectos, un oligofrénico y un antiguo candidato rural
del PSOE; he aquí, por el momento, la alineación de gala, el equipo titular de
la temible brigada del infierno que ha convertido Galicia en un cenicero. A la
espera de que el Ministerio del Interior encuentre algún primo de un cuñado de
un tío de un amigo de un dirigente del PP y le culpe de los incendios de la
Costa da Morte, del Reichstag, de la Biblioteca de Alejandría, de la Roma de
Nerón y hasta de la Atlanta de «Lo que el viento se llevó», los únicos que han
merecido una sospecha de fundamento para ir a la cárcel han sido estos
peligrosísimos elementos. Tres pensionistas bastante decrépitos, unos cuantos
sujetos que han alegado diferentes grados de enajenación, incluido un
certificado de retraso mental, y un tipo que iba «de relleno», según el
secretario del PSOE, en la lista de un municipio de Pontevedra. Vaya trama
criminal, menuda mano negra.
No nos sorprende que la plataforma Nunca Mais, o sus restos pestilentes,
lleguen en auxilio del negligente gobierno gallego, rojo como los extintores
pero incapaz de extinguir nada que no sea la esperanza de que cumplan con
sus obligaciones. Es a ellos a quienes se les está quemando Galicia. Por
inútiles, por rescindir sus acuerdos con el ejército, por despedir a los
máximos expertos en lucha contra el fuego, por su incapacidad para responder
en el momento y de la manera que debían, por no coordinar bien los
efectivos, por no solicitar ayuda, por no dotar recursos y por exigir
certificados oficiales de gallego a quienes, por cierto, no hablan otra
cosa. Lerdos viles; primero echan por la cara a quienes necesitaban y luego
les atribuyen los incendios.
Y como Presidente os digo que os debo una explicación. Y esa explicación que os debo os la voy a dar. Ya sabéis que cuando me enteré de esta tragedia, de la que la ministra me ha asegurado que hay constancia de la implicación de la pérfida derecha, me vine para acá ipso facto para asumir mis responsabilidades. De hecho, he tardado un poco más porque las niñas no me dejaban irme sin acabar de ver otra vez Bambi, pero ya me puse serio y les dije que venga, que cuando acabara me venía. Y aquí estoy. Esta vez han sido sólo 3 muertos después, no como en Guadalajara que fueron 11, así que ya veis que vamos mejorando. Pero bueno, a lo que iba, que quiero deciros que voy a asumir responsabilidades. Hale, ya está. Ya lo he dicho, y como ya lo han recogido los periodistas, pues ya se acabó. Y ahora me voy que Sonsoles también está muy cabreada porque dice que tengo que descansar, que si no luego no rindo. Paz y amor a todos.
(...)En cuanto a su conciencia, continuará tan tranquila como siempre, pues está claro que la culpa de todo la tuvo del bloqueo. Porque la miseria moral y material en la que está hundida Cuba, por supuesto, nada tiene que ver con el socialismo. Como tampoco los principios doctrinales socialistas albergaron relación alguna con la miseria material y moral que enfangó a la Europa que quedó atrapada tras el Muro. Igual que ni uno solo de los cien millones de cadáveres que arrojó la utopía colectivista en las cunetas de la Historia podría proyectar la menor sombra de duda sobre la superioridad ética del socialismo. Por eso, no hay nada de que discutir: toda la culpa fue del bloqueo.
Y es que, para nuestra izquierda, los cataclismos humanos que han provocado todas las experiencias socialistas que recuerdan los anales no poseen relevancia explicativa alguna; ni prueban nada, ni nada enseñan. Los campos de concentración y las hileras interminables de sepulturas que han dejado a su paso, tampoco. De hecho, para ellos, es la propia realidad la que no importa. Así, los hechos siempre serán interpretables, contextualizables, susceptibles de lecturas; es decir, irrelevantes. Por el contrario, son las intenciones, sólo ellas, las llamadas a ocupar el altar de lo sagrado. Porque nuestra izquierda ha dejado de ser racionalmente marxista, pero su corazoncito aún sigue tiernamente hechizado por el encanto de la Idea.
¿O tal vez los hechos, los vulgares, los groseros hechos, pueden ensuciar la
limpieza inmaculada de un sueño?
Confetis confeccionados con billetes